En la parte Norte del casco urbano, este barrio está limitado entre las rotondas de los delfines y la terminación de la Avenida de los Castros, justo cuando empieza la Bajada de Polio y la zona de Los Pinares, es decir al llegar hasta la Bajada de la Encina y comienzo del Sardinero, antiguamente el alto Miranda. Limitado al norte por la S-20 y la vaguada de Las Llamas y al sur por las calles Honduras, Fernando de los Ríos y avenida de los castros junto a la zona de Camilo Alonso Vega y Miguel de Unamuno, además en algunas zonas por el Paseo del General Dávila.

Fantástica zona eminentemente residencial,  contiene prácticamente la totalidad de la Universidad de Cantabria. En su dominio está el más importante parque de la ciudad, el parque de Las Llamas, que junto con la vaguada del mismo nombre, constituye uno de los pulmones verdes más importante de la ciudad.
Es la calle de las universidades, en ella nos encontramos con la facultad de Derecho, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación, la ETS de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, entre otras.

Su origen se remonta a la ampliación que sufrió Santander entre los años 50 y 70 donde se buscaba ampliar los límites de la ciudad. Con la construcción de un producto inmobiliario más pequeño que en el centro, destinado como primera y segunda residencia, adquiriendo la segunda residencia importancia capital de la zona.

Es una zona de clase media, que curiosamente va descendiendo en Renta per Cápita a medida que vamos desde el Este hacia el Oeste.

En su interior aparecen dos distritos electorales los números cuatro y siete.

Y la zona participa de tres códigos postales, los 39001, 39005 y 39007.

No podemos saber con exactitud la población de este barrio, porque participa de distintos sectores censales, pero una aproximación nos permite sugerir que estamos ante una población de unas 10.000 / 12.000 personas.